Trabajamos mano a mano con 22 Comunidades campesinas
Mexcatl, Ñuhú, Masapijni
Para la acción cívico política, la defensa del territorio y la cultura
BREVE CONTEXTO
Aunque a nivel nacional se mantiene olvido premeditado, desprecio, racismo y hasta desalojo hacia los pueblos indígenas, a nivel local seguimos observando el crecimiento de comunidades reales con sus sistemas de cargos, asambleas, faenas y cooperaciones. Familias y clanes familiares se organizan para el cuidado mutuo y del territorio asignado. Las mujeres van ganando, poco a poco, mayor capacidad de movilidad y participación en espacios públicos. Los jóvenes frente al reto de heredar poca o ninguna tierra, buscan medios de subsistencia en la emigración temporal o definitiva, participando cada vez menos en las decisiones de asamblea pero activos en actividades de estudio, música, comercio. Las organizaciones locales CDC y UCZ, base del proyecto de Fomento en la zona, han logrado mantener e incluso aumentar la participación en asambleas y proyectos comunes, aunque siempre es necesario reforzar los principios de este movimiento, enfocados hacia la defensa organizada de los derechos indígenas.
En toda la región permanecen los ejidos y bienes comunales, divididos con premeditación y alevosía por los programas de parcelación individual, pero funcionalmente vivos porque económicamente la propiedad de la tierra (para producir) importa tanto como la pertenencia al territorio (para recolectar y compartir). Este territorio también se mantiene por el uso de la lengua así como por las relaciones de parentesco, compadrazgo e intercambio entre los pueblos. Permanecen latentes las dos amenazas extractivas, la de hidrocarburos por la vertiente del Golfo de México, y la de manganeso en las cumbres de la sierra.
El notable efecto de convocación nacional que el presidente López Obrador logró desde su campaña, ha tendido a unificar paulatinamente a comunidades divididas. Se ha creado una expectativa demasiado alta en relación a las promesas presidenciales y una participación decidida de mucha gente de las comunidades. Aunque hay signos concretos de mejoría, los espacios clave de gestión local del nuevo gobierno están siendo ocupados indistintamente por gente que lucha por un verdadero cambio y gente oportunista. Contrasta la atención personalizada del nuevo gobierno con la comunalidad de los pueblos indígenas.
El anterior gobierno federal desapareció a los jueces auxiliares comunitarios, que atendían casos locales de justicia evitando gasto de tiempo y dinero en denuncias frente al municipio o el ministerio público. Aunado a ello, para defender cualquier caso se exige ahora la gestión de abogados titulados. Ambos hechos encarecen y alejan las posibilidades de acceso a la justicia por parte de los pueblos indígenas. Las autoridades agrarias han perdido representatividad porque el sistema agrario de gobierno está totalmente rebasado en coherencia con los planes de terminar con la propiedad común de la tierra. Varias comunidades indígenas todavía se defienden apelando a su legal autonomía.
Aunque a nivel nacional se mantiene olvido premeditado, desprecio, racismo y hasta desalojo hacia los pueblos indígenas, a nivel local seguimos observando el crecimiento de comunidades reales con sus sistemas de cargos, asambleas, faenas y cooperaciones. Familias y clanes familiares se organizan para el cuidado mutuo y del territorio asignado. Las mujeres van ganando, poco a poco, mayor capacidad de movilidad y participación en espacios públicos. Los jóvenes frente al reto de heredar poca o ninguna tierra, buscan medios de subsistencia en la emigración temporal o definitiva, participando cada vez menos en las decisiones de asamblea pero activos en actividades de estudio, música, comercio. Las organizaciones locales CDC y UCZ, base del proyecto de Fomento en la zona, han logrado mantener e incluso aumentar la participación en asambleas y proyectos comunes, aunque siempre es necesario reforzar los principios de este movimiento, enfocados hacia la defensa organizada de los derechos indígenas.
En toda la región permanecen los ejidos y bienes comunales, divididos con premeditación y alevosía por los programas de parcelación individual, pero funcionalmente vivos porque económicamente la propiedad de la tierra (para producir) importa tanto como la pertenencia al territorio (para recolectar y compartir). Este territorio también se mantiene por el uso de la lengua así como por las relaciones de parentesco, compadrazgo e intercambio entre los pueblos. Permanecen latentes las dos amenazas extractivas, la de hidrocarburos por la vertiente del Golfo de México, y la de manganeso en las cumbres de la sierra.
El notable efecto de convocación nacional que el presidente López Obrador logró desde su campaña, ha tendido a unificar paulatinamente a comunidades divididas. Se ha creado una expectativa demasiado alta en relación a las promesas presidenciales y una participación decidida de mucha gente de las comunidades. Aunque hay signos concretos de mejoría, los espacios clave de gestión local del nuevo gobierno están siendo ocupados indistintamente por gente que lucha por un verdadero cambio y gente oportunista. Contrasta la atención personalizada del nuevo gobierno con la comunalidad de los pueblos indígenas.
El anterior gobierno federal desapareció a los jueces auxiliares comunitarios, que atendían casos locales de justicia evitando gasto de tiempo y dinero en denuncias frente al municipio o el ministerio público. Aunado a ello, para defender cualquier caso se exige ahora la gestión de abogados titulados. Ambos hechos encarecen y alejan las posibilidades de acceso a la justicia por parte de los pueblos indígenas. Las autoridades agrarias han perdido representatividad porque el sistema agrario de gobierno está totalmente rebasado en coherencia con los planes de terminar con la propiedad común de la tierra. Varias comunidades indígenas todavía se defienden apelando a su legal autonomía.
Algunos logros del movimiento organizado:
* 52 delegados y delegadas representantes de 22 comunidades se reúnen periódicamente para acordar acciones de beneficio común.
* 1,400 familias respaldan acciones comunes y contribuyen a dar resultados.
* Más de 7 mil hectáreas restituidas.
* Defensa del régimen comunal en 4 núcleos agrarios.
* Defensa del territorio contra prácticas deshonestas de empresas extractivas de hidrocarburos y minerales.
* 3 reglamentos internos hechos según usos y costumbres de las comunidades, que protegen los bienes comunes.
* Más de 400 hectáreas medidas con sistema GPS para la solución de conflictos agrarios internos.
* 7 períodos de administración municipal democrática, campesina, honesta.
* 400 jóvenes músicos organizados; 30 bandas de viento y 15 tríos huastecos.
* Sistema articulado de atención a la salud de las familias más desprotegidas.
* Defensa del maíz nativo, la milpa y el método colectivo de trabajo.
* Recuperación de la Costumbre, tradición ritual para el cuidado de la gente, de su trabajo y de los bienes naturales.
* Más de 90 hectáreas reforestadas en sitios estratégicos de manantial, huertos y cafetales.
* Acompañamiento al proceso migratorio de cientos de jóvenes emigrantes.
* Colaboración activa de autoridades comunitarias para la solución de problemas.
* Participación campesina con retroalimentación, música, entrevistas, noticias y comunicados para la Radio.
* 1,400 familias respaldan acciones comunes y contribuyen a dar resultados.
* Más de 7 mil hectáreas restituidas.
* Defensa del régimen comunal en 4 núcleos agrarios.
* Defensa del territorio contra prácticas deshonestas de empresas extractivas de hidrocarburos y minerales.
* 3 reglamentos internos hechos según usos y costumbres de las comunidades, que protegen los bienes comunes.
* Más de 400 hectáreas medidas con sistema GPS para la solución de conflictos agrarios internos.
* 7 períodos de administración municipal democrática, campesina, honesta.
* 400 jóvenes músicos organizados; 30 bandas de viento y 15 tríos huastecos.
* Sistema articulado de atención a la salud de las familias más desprotegidas.
* Defensa del maíz nativo, la milpa y el método colectivo de trabajo.
* Recuperación de la Costumbre, tradición ritual para el cuidado de la gente, de su trabajo y de los bienes naturales.
* Más de 90 hectáreas reforestadas en sitios estratégicos de manantial, huertos y cafetales.
* Acompañamiento al proceso migratorio de cientos de jóvenes emigrantes.
* Colaboración activa de autoridades comunitarias para la solución de problemas.
* Participación campesina con retroalimentación, música, entrevistas, noticias y comunicados para la Radio.
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