Una Obra Social de la Compañía de Jesús en México
Somos un equipo multicultural de laicos y jesuitas, comprometido con el servicio directo y eficaz para las comunidades campesinas indígenas de la Sierra Madre Oriental y la Huasteca mexicana. Caminamos con un pie en el trabajo organizativo de campo y otro en la difusión radiofónica, para que haya vida digna y futuro en el vasto territorio que habitan los Pueblos Mexcatl (Náhuatl), Ñuhu (Otomí), Masapijni (Tepehua), Tenek (Husateco), Tutunakuj (Totonaco).
Fomento es una Asociación Civil, sin fines de lucro, donataria autorizada, fundada en el año 1973, concesionaria de la emisora XHFCE Radio Huayacocotla, que labora gracias a la decidida participación de cientos de familias campesinas, a la generosa contribución de fundaciones nacionales e internacionales así como donantes individuales, y al intercambio permanente con otras organizaciones e instituciones afines a la misión.
Trabajamos alineados a cuatro preferencias apostólicas universales: 1) vivir los ejercicios espirituales y el discernimiento, 2) caminar con los excluidos, 3) acompañar a los jóvenes en el camino, 4) cuidar de nuestra casa común. Nuestra misión se expresa a través de seis procesos estratégicos integrados: Radio, Organización, Cultura, Economía, Salud y Migración.
Fomento es una Asociación Civil, sin fines de lucro, donataria autorizada, fundada en el año 1973, concesionaria de la emisora XHFCE Radio Huayacocotla, que labora gracias a la decidida participación de cientos de familias campesinas, a la generosa contribución de fundaciones nacionales e internacionales así como donantes individuales, y al intercambio permanente con otras organizaciones e instituciones afines a la misión.
Trabajamos alineados a cuatro preferencias apostólicas universales: 1) vivir los ejercicios espirituales y el discernimiento, 2) caminar con los excluidos, 3) acompañar a los jóvenes en el camino, 4) cuidar de nuestra casa común. Nuestra misión se expresa a través de seis procesos estratégicos integrados: Radio, Organización, Cultura, Economía, Salud y Migración.
BREVE HISTORIA DE LA PRESENCIA DEL PROYECTO EN HUAYACOCOTLA
Por influencia de los movimientos sociales en los años 60 y el fuerte giro provocado por el Concilio Vaticano II, la Compañía de Jesús decidió encaminar su servicio hacia la promoción de la fe y la justicia tomando opción preferencial por los pobres, en procesos de acompañamiento directo. Era el tiempo del Padre General Pedro Arrupe SJ en la Curia de Roma, y del Prepósito Provincial mexicano Enrique Gutiérrez Martín del Campo SJ, quien cerró las instalaciones del Instituto Patria en 1971 obteniendo fondos con los que se formó Fomento Cultural y Educativo, A.C. en el año 1973.
El fin principal de Fomento fue entonces la promoción de procesos de Educación Popular en contextos urbanos y rurales. Entre 1975 y 1981 fueron abriéndose proyectos concretos en zonas empobrecidas y contextos difíciles: en la Ciudad de México, Chiapas, Veracruz y Guadalajara. Uno de ellos fue el Proyecto Sierra Norte de Veracruz, ubicado en Huayacocotla, población en la que ya había trabajo de escuelas radiofónicas promovido por una comunidad jesuita.
De escuela radiofónica pasó a ser una radiodifusora social, transmitiendo en 2390 khz de onda corta, hecho que comunicó al equipo local con las comunidades para comenzar un proceso organizativo de producción y cuidado forestal agrupando 14 ejidos de la zona. Hacia el año 1983, debido a la petición de representantes indígenas, el proyecto dejó la Unidad de Producción Adalberto Tejeda en manos de los ejidos de Huayacocotla para concentrarse en ayudar a comunidades otomíes, nahuas y tepehuas que sufrían de asesinatos y despojo. Así comenzó el trabajo en comunidades. En 1986 se consiguió la restitución oficial de 5 mil hectáreas a favor de los pueblos indígenas, que sería aplicada realmente hasta 1994.
De 1995 a 2004, se trabajó en participación cívico-política municipal, derecho agrario y justicia. Se atendían cientos de casos urgentes de salud cada año. Se apoyaron decenas de bandas juveniles de viento y tríos huastecos. Se desarrolló un proyecto de ganadería familiar para ocupación de territorios recuperados. Se comenzó el trabajo de viveros comunitarios y reforestación. Se comenzó también el monitoreo cercano a jóvenes migrantes indocumentados en N. York.
De 2005 a 2014, la radio consiguió la concesión para transmitir en frecuencia modulada, logrando un impacto regional muy significativo. Se incorporó el proceso de economía social. Se consolidó el proceso de salud con botiquines locales y gestión organizada de 21 comunidades y alianzas institucionales. Se comenzó la promoción y resurrección de las tradiciones indígenas de Costumbre. Disminuyó la atención de casos legales. Se canalizó la reforestación al cuidado de manantiales. Se amplió el seguimiento de jóvenes migrantes a la región tunera de Santiago Tolman y a la ciudad de Monterrey. Aumentó el intercambio radiofónico con radiodifusoras latinoamericanas. Comenzó una mayor participación de mujeres en espacios públicos.
De 2015 a la fecha, se amplió el horario de transmisión a 16 horas diarias y mejoró notablemente el contenido de programación. Se dio un aumento regional de expresiones rituales indígenas. Se logró establecer un apoyo subsidiario a la salud; las comunidades aprendieron a gestionar y exigir atención en clínicas regionales. Disminuyó el número de bandas juveniles musicales por aumento de migración temporal en ciudades, especialmente Monterrey y recientemente a Washington con visa H2A. Se comenzó emprendimiento para beneficio de café, incluida la producción en viveros. Participamos de la directiva de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER). Se conformó la Red Huasteca como espacio de reflexión y acción regional. Se comenzó la defensa organizada del territorio contra la explotación de manganeso e hidrocarburos. La participación de mujeres aumentó notablemente y se dieron los primeros casos de elección de autoridades femeninas.
Por influencia de los movimientos sociales en los años 60 y el fuerte giro provocado por el Concilio Vaticano II, la Compañía de Jesús decidió encaminar su servicio hacia la promoción de la fe y la justicia tomando opción preferencial por los pobres, en procesos de acompañamiento directo. Era el tiempo del Padre General Pedro Arrupe SJ en la Curia de Roma, y del Prepósito Provincial mexicano Enrique Gutiérrez Martín del Campo SJ, quien cerró las instalaciones del Instituto Patria en 1971 obteniendo fondos con los que se formó Fomento Cultural y Educativo, A.C. en el año 1973.
El fin principal de Fomento fue entonces la promoción de procesos de Educación Popular en contextos urbanos y rurales. Entre 1975 y 1981 fueron abriéndose proyectos concretos en zonas empobrecidas y contextos difíciles: en la Ciudad de México, Chiapas, Veracruz y Guadalajara. Uno de ellos fue el Proyecto Sierra Norte de Veracruz, ubicado en Huayacocotla, población en la que ya había trabajo de escuelas radiofónicas promovido por una comunidad jesuita.
De escuela radiofónica pasó a ser una radiodifusora social, transmitiendo en 2390 khz de onda corta, hecho que comunicó al equipo local con las comunidades para comenzar un proceso organizativo de producción y cuidado forestal agrupando 14 ejidos de la zona. Hacia el año 1983, debido a la petición de representantes indígenas, el proyecto dejó la Unidad de Producción Adalberto Tejeda en manos de los ejidos de Huayacocotla para concentrarse en ayudar a comunidades otomíes, nahuas y tepehuas que sufrían de asesinatos y despojo. Así comenzó el trabajo en comunidades. En 1986 se consiguió la restitución oficial de 5 mil hectáreas a favor de los pueblos indígenas, que sería aplicada realmente hasta 1994.
De 1995 a 2004, se trabajó en participación cívico-política municipal, derecho agrario y justicia. Se atendían cientos de casos urgentes de salud cada año. Se apoyaron decenas de bandas juveniles de viento y tríos huastecos. Se desarrolló un proyecto de ganadería familiar para ocupación de territorios recuperados. Se comenzó el trabajo de viveros comunitarios y reforestación. Se comenzó también el monitoreo cercano a jóvenes migrantes indocumentados en N. York.
De 2005 a 2014, la radio consiguió la concesión para transmitir en frecuencia modulada, logrando un impacto regional muy significativo. Se incorporó el proceso de economía social. Se consolidó el proceso de salud con botiquines locales y gestión organizada de 21 comunidades y alianzas institucionales. Se comenzó la promoción y resurrección de las tradiciones indígenas de Costumbre. Disminuyó la atención de casos legales. Se canalizó la reforestación al cuidado de manantiales. Se amplió el seguimiento de jóvenes migrantes a la región tunera de Santiago Tolman y a la ciudad de Monterrey. Aumentó el intercambio radiofónico con radiodifusoras latinoamericanas. Comenzó una mayor participación de mujeres en espacios públicos.
De 2015 a la fecha, se amplió el horario de transmisión a 16 horas diarias y mejoró notablemente el contenido de programación. Se dio un aumento regional de expresiones rituales indígenas. Se logró establecer un apoyo subsidiario a la salud; las comunidades aprendieron a gestionar y exigir atención en clínicas regionales. Disminuyó el número de bandas juveniles musicales por aumento de migración temporal en ciudades, especialmente Monterrey y recientemente a Washington con visa H2A. Se comenzó emprendimiento para beneficio de café, incluida la producción en viveros. Participamos de la directiva de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER). Se conformó la Red Huasteca como espacio de reflexión y acción regional. Se comenzó la defensa organizada del territorio contra la explotación de manganeso e hidrocarburos. La participación de mujeres aumentó notablemente y se dieron los primeros casos de elección de autoridades femeninas.
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